IGLESIAS, GRACIA
Una viejecita que sola vivía siempre deseaba tener compañía y todas las noches, muy triste y marchita se sentaba a hilar, esperando visita. Ella hilaba e hilaba y esperaba y esperaba, pero la visita no llegaba. Así comienza este divertido cuento rimado, en medio del bosque y con un monstruo a las puertas. Una historia acumulativa de misterio, mucho suspense y ¡terror! Una historia sobre extrañas amistades, con un sorprendente final.