IGLESIAS, GRACIA
¡Estás a punto de entrar en la ESCUELA DE PIRATAS! Ahora, para ser pirata ¡ya no hace falta estar tuerto, ni tener un barco en puerto, ni que te falte una pata! Perico Flordepatata siempre quiso ser pirata y por eso se apuntó a la Escuela Garrapata. Pero tenía un problema de difícil solución: debía oler a ballena y él apestaba a loción. No quería suspender por no poder mal oler.