CRUMB, ALINE KOMINSKY
«En la obra de Kominsky-Crumb están las cualidades de la pionera: su manera de revelarse completamente desnuda y preocupada por su yo muchísimos años antes que el resto del panorama cultural, unida al escrutinio caótico al que se somete le otorgan la máxima relevancia hoy día».
The New York Times«Confesional, directo y poco complaciente, su trabajo le valió el aplauso casi unánime de las nuevas generaciones de historietistas».
ABC
Cerca de 1970, la ciudad de San Francisco y sus alrededores se convirtieron en el epicentro del movimiento underground comix. En aquel ambiente, en el que se promulgaba una nueva manera de hacer historietas y los dibujantes hablaban sin tapujos de sexo, drogas o salud mental, las tiras del Callo, el personaje autobiográfico de Aline Kominsky, brillaban por su fascinante irreverencia. En este volumen están reunidas todas ellas.Por primera vez, el deseo, la relación con el propio cuerpo o las inseguridades del «ser mujer» se trataban de manera cruda y sin filtros. El Callo es descarado y chistoso, autodestructivo y exagerado. Pero también revela a una autora llena de vida, confiada en la honestidad de su arte y adelantada a su tiempo, capaz de mezclar la naturaleza contradictoria de la sexualidad con un feminismo complejo y orgulloso. Sin pedir permiso a nadie, abrió la puerta a otra manera de hacer cómic.La critica ha dicho:
«Aline Kominsky-Crumb era una firme creyente en la necesidad de lavar los trapos sucios en público. [...] Durante toda su carrera encontró la manera de trasladar a la página de la manera más cruda posible las vicisitudesde su matrimonio abierto, el abuso sexual que sufrió de adolescente o su afición a la cirugía plástica».
Begoña Gómez Urzaiz, La Vanguardia«Kominsky-Crumb era conocida por una obra no solo autobiográfica, sino también vivamente sexual centrada en sus inseguridades y explícita. O simplementeobscena. Una de las primeras portadas de la colección Twisted Sisters [...] la mostraba casi desnuda sentada en el retrete preguntándose cuántas calorías tenía una enchilada de queso».
Jocelyn Noveck, Los Angeles Times«Sus historiasfrancas,autocríticas y llenas de humor negro ayudaron a inspirar a generaciones de narradores visuales»
Rob Salkowitz, Forbes«Antes que laprovocadora y emocionante Fleabag, la controvertida Girls [...], o cualquiera de esas series que nos encantan y han acabado por asociarse con las partes más espantosas, emocionales, neuróticas y asquerosas de ser mujer, yo diría que Kominsky-Crumb inventóel contexto. [...] No tuvo miedo de poner en primer plano el desorden y la contradicción que [ser mujer] implica».
Chloe Maveal, The Gutter Review«La larga sombra que ejerce la obra de Kominsky-Crumb no solo en los historietistas emergentes sino también en guionistas y humoristas que nada tienen que ver con la industria del cómic no puede ignorarse a día de hoy. Con cincuenta años de carrera a sus espaldas, Kominsky-Crumb es una heroína del underground cuya influencia no es en absoluto underground».
Huffington Post«Aline Kominsky-Crumb se arremanga ante lo que se espera de las mujeres, aesasexpectativas insanas y siempre cambiantes que les impone la sociedad, y las hace completamente añicos».
Village Voice