La expedición que partiera en 1560 por el río Marañón (Virreinato del Perú) en búsqueda de El Dorado tuvo mucho de tragedia y algo de leyenda gracias a dos vascos extraordinarios, antitéticos y enfrentados ante el juicio de la Historia. Lope de Aguirre, traidor , caudillo insurrecto, pionero del independentismo para algunos y Pedro de Ursúa (jefe de la expedición hasta su muerte a traición) quien representaba el prototipo del súbdito leal a la corona. Lope de Aguirre fue ante todo un modelo de vasco violento de la época, que entendía la vida en clave militar sintiendo a la vez un profundo desprecio por la sociedad civil; un marañón con la moral de un banderizo oñacino de un siglo antes. Por el contrario la imagen histórica de Pedro de Ursúa se ha formado en función de la de Lope de Aguirre, por haber sido la persona más destacada opuesta a aquel, la primera víctima de un ser humano considerado como monstruoso .