Este libro es una actualización de otro anterior, En defensa del populismo (2016), publicado cuando Podemos acababa de aparecer en el escenario político, provocando la crisis del bipartidismo. Han cambiado muchas cosas desde entonces. Pero lo que no ha cambiado es el problema al que nos enfrentamos. Seguimos teniendo por delante un programa que tiene que ser capaz de conquistar la centralidad en la arena política. El populismo, que se ha asociado despectivamente a liderazgos carismáticos, adhesiones emocionales y retóricas identitarias, sigue siendo una cuenta pendiente para una reflexión que nos ayude a entender los límites de la razón política, pero también sus posibilidades y sus esperanzas. Vivimos en un mundo atravesado por una lógica de pertenencias que no se mueve atendiendo a razones, sino desplegando síntomas identitarios e ideológicos, en una sociedad cada vez más arrinconada por los imperativos de un sistema económico suicida. Ello nos brinda una nueva y preciosa oportunidad política: la de defender las instituciones de un orden republicano frente a la locura antisistema de los mercados.