PINTO, EMILIO
Prólogo
Introducción
I. Con los hijos
No se pega / Los límite se respetan / Síndrome del mayordomo / Batalla contra la mentira / ¿Y esto para qué sirve? / Saber esperar / Actitud y esfuerzo / Tener responsabilidades / Suma de los síntomas: 1+1+1=4 / Las habilidades sociales / Estima para la autoestima / Tienen derechos a estar tristes y enfadados / Fracaso escolar / ¡Esto está malo! / La ropa / La paga / El premio inmediato / Y el castigo negociado / ¡Cuidado con las "ventanas"! / Síndrome del búho / Buscar las cosquillas / Mutismo electivo / Bullying / Niños "sillón" / Hijos "verdugos"
II. Para los padres
Padres para siempre / Ser padres / Tiempo de padres / La sal / Sueños de adolescente / Ir más despacio / Cuidado con el dinero / Los padres son cimientos, no paredes / ¿Herencia o entorno? / Aprender a desaprender / Mi hijo no me entiende / La fuerza del diálogo / Buen humor / Exprese su amor / Discusión y provocación / Negociación sí, chantaje no / Dime con quién andas / ¿Dónde está el lado bueno? / No juzgar a los hijos / Escoger momento y lugar / Sentir vergüenza del hijo / Síndrome de burnout / Resiliencia / Quiéreme cuando no lo merezca / Se puede ser un buen padre
III. De los otros
El hogar que educa / Todos en la misma dirección / ¿Dónde están los abuelos? / Familia extensa / Padres separados / Educación y escuela / Buscar ayuda / Terapia parental / Internamiento en centros / Maltrato institucional
El título de este libro resume la idea central que lo sustenta: los hijos son como los pimientos de Padrón, unos «pican» y otros no. Y eso no depende del nivel cultural o económico de la familia, ni del colegio, ni del número de hermanos, ni de la autoridad del padre o de la madre... depende, principalmente, de la educación que reciban.
La educación de los niños de puede moldear si se disponen de herramientas para ello. Aunque no se puede garantizar el resultado de forma absoluta, es más probable que un niño pequeño que reciba una buena educación no sea conflictivo cuando crezca, o que no lo sea excesivamente.
Lo más importante, si un pimiento pica, es tener a mano algo que calme el picor. El objetivo de este libro es estar cerca por si un hijo pica. No todos pican y, si lo hacen, no lo hacen de la misma manera. Además, todo depende de la capacidad de aguante de los padres ante las reacciones de sus hijos.
Este libro de Emilio Pinto pretende que los padres no cambien de fórmula constantemente, lo cual afianzará su labor educativa. El texto destaca las destrezas y estrategias incuestionables que los padres deberían aplicar en el trato cotidiano con sus hijos, las cuales han demostrado su eficacia a lo largo de años de práctica. El fin perseguido es dar una buena educación, aun teniendo presente que los resultados no van a depender exclusivamente de los esfuerzos de los progenitores.