VALLEJO, FERNANDO
«Una de las voces más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español».
Jurado del Premio FIL de Literatura
Entre ironías, burlas, improperios, maldiciones, blasfemias, este librito sin pretensiones hará reír a muchos e iluminará a montones. Trata modestamente de apresar el cambio frenético que se ha apoderado del mundo. Su autor vive en la Luna y desde allá dispara. Es un francotirador lunático que abre fuego contra el que sea: presidentes, papas, reguetoneros, raperos, médicos... Y con especial delectación contra las reverendas madres, perpetuadoras de la especie, su blanco predilecto. Apunta desde arriba el selenita contra sus soldaditos de plomo, dispara y van cayendo allá abajo unos tras otras. ¡Qué puntería! ¡Qué masacre!
«A un paso de que la humanidad desaparezca por el exceso de gente, el derretimiento de los polos, la crecida de los mares y la gran fiesta nuclear que viene, juzgo oportuno enrostrarle al hombre lo cruel y atropellador que ha sido con los animales y enterarlo de la dicha inmensa que me causa su castigo y próxima desaparición». Eso dice, eso anuncia, oigámosle.
Margarito Ledesma
La crítica ha dicho:
«Lo recomiendo. Es un autor que no se casa con nadie.»
Iñaki Ezkerra, El Imparcial
«Fernando Vallejo es tímido, inteligente, cariñoso, humilde; y también es perturbador, revolucionario, deslenguado, insólito».
Juan Cruz, El País
«El arte de incendiar con letras».
Juan Andrés Rodríguez, Wall Street International Magazine
«Leer a Fernando Vallejo es uno de los contados viajes literarios de verdadera intensidad que se pueden emprender en lengua castellana».
Miguel Sánchez-Ostiz, ABC Cultural
«Leyendo a Vallejo creemos oír a un loco, pero su discurso es tan apasionante y renovador que quisiéramos que no se acabara nunca».
Je Paris
«Vallejo escribe con los puños, y sus frases golpean donde hace daño».
Le Monde des Libres
«Merece este escritor un sitio de privilegio en la historia de la narrativa».
Arturo García Ramos, ABC Cultural
«Una escritura dotada de la mejor perturbación, de todo lo que el lenguaje puede hacer de insólito cuando queman las palabras».
Antonio Lucas, El Mundo
«Cada libro suyo es un temblor».
Winston Manrique, WMagazín