WILDE, OSCAR
De Oscar Wilde se dijo que no conversaba, sino que contaba cuentos. Este volumen recoge sus relatos más conocidos, y podemos imaginárnoslo perfectamente, encantador, irónico, contándolos a un reducido círculo de devotos oyentes, con una taza de té en la mano. Un público que se reiría con «El fantasma de Canterville»; se sentiría intrigado con la resolución del caso de «El crimen de lord Arthur Savile», y se conmovería hasta las lágrimas con «El Príncipe Feliz», «El ruiseñor y la rosa» y «El gigante egoísta», cuentos de hadas protagonizados por seres frágiles y vulnerables. Son por tanto, como Alejandro Palomas explica en su prólogo, cuentos cercanos, vivos, que nos interpelan, como los memorables personajes de sus obras de teatro. Cuentos, cuya lectura a pesar del paso del tiempo no se agota nunca, pues nos hablan de emociones cercanas y reconocibles, en resumen, nos hablan de nosotros mismos. Este libro incluye actividades recomendadas para profundizar en la lectura de los cuentos.