ELORDUY, PABLO
Los estallidos ocurridos desde la crisis de 2008 han provocado que la forma Estado vuelva a ser un terreno en disputa. Hasta el momento, se han impuesto las políticas neoliberales y la mano dura contra quienes se han atrevido a cuestionar un sistema que, a través de la policía, la magistratura y el auxilio de diversos medios de comunicación, no ha dejado de perseguir a sus opositores. Desde la llamada política del cambio hasta el independentismo, pasando por raperos o humoristas, la huella del Estado feroz se ha expresado en campañas de difamación, penas de cárcel y procesos sociales y judiciales irregulares. En este ensayo, Pablo Elorduy analiza las causas de esa reacción «feroz» e ilustra que el poder coercitivo del Estado es consecuencia de su propio funcionamiento, no una excepción. También traza una breve historia de cómo hemos llegado hasta este momento para proyectar las posibilidades de transformación y las resistencias necesarias para orientarnos en un futuro sobre el que, cada vez más, pesa la sombra de una solución autoritaria a las quiebras del capitalismo.