MUNARI, BRUNO
Caperucita Roja escarmentó aquella vez que se la comió el lobo, así que en otra ocasión le dejó con las ganas. El lobo negro de Caperucita Verde, el lobo que acecha desde el coche a Caperucita Amarilla y el lobo marino de Caperucita Azul tampoco consiguen nada frente a esas niñas espabiladas que cuentan con tan buenos amigos. Y el lobo de Caperucita Blanca tiene tantas dificultades...