PASZKIEWICZ, ANNA
NADA no tenía nada. No vivía en ningún sitio y no significaba nada para nadie. Además, era pequeña, flaca y transparente. ¡ALGO era otra historia! Era realmente importante. Redondo, grande y muy satisfecho de sí mismo, siempre estaba en el centro de la acción y siempre causaba un gran revuelo.